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Escenas de actualidad en Gedeón. El drama galdosiano del partido liberal, según Joaquín Xaudaró

Cécile Fourrel de Frettes (Université Sorbonne Paris Nord, Pléiade)

Scènes d’actualité dans Gedeón. Le drame galdosien du parti libéral,
selon Joaquín Xaudaró
[lire la version française]

Gedeón, 26-II-1904, p. 11. Caricatura de J. Xaudaró
© Biblioteca Nacional de España

Gedéon (1895-1918), la política y las artes

La imagen de este mes está sacada del semanario satírico ilustrado Gedeón. Lanzada el 14 de noviembre de 1895 por tres colaboradores de Blanco y Negro (1891-2000), la revista gozó rápidamente de una gran difusión, desmintiendo su propio lema que irónicamente la presentaba, en la cabecera, como “el periódico de menos circulación de España”. El inmediato éxito de la publicación se vio confirmado por una asombrosa longevidad, puesto que Gedeón se mantuvo, con algunos cambios, hasta 1912. En esa fecha se convirtió en el suplemento del periódico Eco y, tras algunos meses, en el del diario ABC hasta 1918[1].

A pesar de haber reanudado con la tradición del humor político de la época del Sexenio democrático (1868-1874), Gedeón radicaba en una concepción de la sátira más literaria y artística que la de sus predecesores[2]. Así, el semanario trataba principalmente de política, pero desarrolló una estética muy permeable a la literatura, las artes y las artes escénicas, en particular. La caricatura, publicada por Joaquín Xaudaró y Echau (1872-1933) el 26 de febrero de 1904, ofrece un ejemplo de la manera en que Gedeón se acercaba a la actualidad política inspirándose en las eventos teatrales de la escena madrileña.

De ahí que la comprensión de esta imagen suponga competencias diversas que no solo tienen que ver con el contexto histórico propio de la época y las divergencias que afectaban entonces a ciertos partidos políticos, sino también con un conocimiento de los hitos que marcaron la vida cultural española del año 1904. En este sentido, leer la caricatura, hoy en día, supone por parte de los investigadores e investigadoras un esfuerzo para dominar varios campos: en otras palabras, nos invita a desarrollar una metodología transdisciplinar[3] para tratar de abarcar todo el alcance de un humor visual que los lectores y lectoras de la época percibían de forma mucho más inmediata. Por lo tanto, la imagen elegida ejemplifica uno de los aspectos de la reflexión desarrollada en ASCIGE: cruzar las disciplinas para ir en busca de referentes dispares, evidentes para el público coetáneo de las revistas estudiadas.

Joaquín Xaudaró (1872-1933), ¿caricaturista, escenógrafo o cartelista?

En primer lugar, la comparación entre vida política y teatro, subrayada por el título de la caricatura –“El abuelo. Representación política del drama de Pérez Galdós”–, se inscribe en una larga tradición de la prensa satírica. El 16 de octubre de 1867, en la portada de la revista madrileña Gil Blas (1864-1872 y 1882), el personaje epónimo venía dibujado tirando de los hilos de un teatro de marionetas con la inscripción: “El mundo comedia es”, sugiriendo que la actuación de los pudientes no era más que un juego de apariencias. Desde entonces, los caricaturistas fueron revisitando sin parar la metáfora del teatrum mundi para denunciar las desviaciones del Sexenio. Durante la Restauración, se había impuesto ya como un procedimiento consagrado de la prensa satírica, aunque asistimos a una diversificación y actualización de las referencias, en función de la oferta cultural del momento[4].

Aquí, el tema de la obra es la actualidad política, pero el humor estriba en la referencia a una notable novedad de la cartelera teatral: obviamente, Joaquín Xaudaró se inspira en el drama de Benito Pérez Galdós titulado El abuelo (1904)[5], que se acababa de estrenar en el Teatro Español de Madrid. Dibujante de Gedeón y de otras publicaciones de signo conservador que iban a formar parte del grupo Prensa Española dirigido por Torcuato Luca de Tena a partir de 1909, este artista de origen filipino había debutado como ilustrador y caricaturista en Barcelona, en la última década del siglo XIX. Colaboró primero en el semanario satírico Barcelona Cómica (1889-1900) y luego en la revista católica La Hormiga de Oro (1884-1936), antes de iniciar una serie de contribuciones, a partir de 1898, en Blanco y Negro. También participó en Madrid Cómico (1880-1923) o en La Saeta (creada en Barcelona en 1890), entre otras publicaciones; y en las dos últimas décadas de su carrera, emprendió la creación de películas de animación. Por lo demás, como muchos otros dibujantes de su tiempo, no era ajeno al mundo del teatro; en especial, realizó en 1907 la escenografía de la ópera Madame Butterfly[6].

La presente imagen ilustra cierta comprensión de la puesta en escena. Aquí, el arte del dibujante condensa de forma muy eficaz el esquema narrativo de la obra galdosiana; le permite a Xaudaró evocar el problema de la sucesión en la cabeza del Partido liberal después del fallecimiento de Práxedes Mateo Sagasta. Eugenio Montero Ríos y Segismundo Moret se disputaban entonces la dirección del partido. Aquí, el lápiz del artista ha convertido a estos dos últimos políticos, que se miran de reojo, ataviados con vestidos y con moños en el pelo, en Dorotea y Leonor. En el drama de Galdós, ambas son las nietas del viejo conde de Albrit, pero una de ellas nació de una relación adulterina. A lo largo de la obra, el “abuelo” intenta descubrir cuál de las dos parientes es su heredera legítima: la de su propia sangre a la que pretende legar su patrimonio. 

Las posesiones del aristócrata se divisan en los segundo y último planos del dibujo: vastas tierras arboladas dominadas por una opulenta mansión, a la derecha. Para evocar el solar familiar de don Rodrigo, codiciado por sus nietas, el dibujante optó por una estética realista próxima al arte de la ilustración –sin que asome la deformación propia de la caricatura–, pero la paz casi bucólica que se desprende del paisaje representado detrás del anciano, sentado a la sombra de un árbol, obedece a una intención irónica. En realidad, se trata de poner en tela de juicio la falsa armonía que imperaba entonces en la vida del Partido liberal, sacudida por tensiones internas, a causa de la muerte de su líder. Este resulta convertido en el abuelo Rodrigo, enmarcado por dos seguidores cuyo travestismo e interesada dedicación buscaban provocar la hilaridad del público. Así, lo ridículo estriba no solo en la feminización de los cuerpos, según un recurso trillado de la prensa satírica, sino también en la actitud atenta de aquellos dos herederos, concebida como propiamente femenina, de acuerdo con el humor misógino de la época.

Además, los personajes adoptan una pose seria, ocupando el espacio simétricamente. Esta actitud congelada y el título de la caricatura asemejan la imagen a la de un cartelista; este posible diálogo estético no debe extrañarnos, en una época en que los dibujantes a menudo se dedicaban a ambas prácticas artísticas. En la imagen, don Rodrigo ocupa el centro de atención: primero, por su posición céntrica, luego porque hacia él convergen las miradas de sus dos acólitos y, por último, a causa de su propia mirada dirigida hacia el público. Se trata de un procedimiento conocido del cartelismo cuyo ejemplo más emblemático es el famoso anuncio norteamericano difundido durante la Primera Guerra Mundial, en el que el Tío Sam señalaba al espectador con las palabras “I WANT YOU”. Sin embargo, aquí, los ojos del anciano, que se ha quedado ciego, no expresan la determinación, sino más bien la duda e incluso la perplejidad, lo cual refuerza la comicidad de la escena. La leyenda confirma esta interpretación: “¿Cuál de los dos será el heredero legítimo? Me parece que me voy a morir sin averiguarlo”.

¿Caricatura política u homenaje a Galdós?

Si bien el blanco de la sátira eran los hombres políticos en Gedeón, por las páginas de la revista también corrían pullas contra los escritores. Por ejemplo, el empleo del seudónimo Azorín le valió a José Martínez Ruiz una caricatura de Fernando Fresno (1881-1949) que evocaba un desdoblamiento de personalidad (10-I-1909, p. 6). A Emilia Pardo Bazán no se le ahorraron los recurrentes chistes misóginos: el 27 de agosto de 1896, Gedeón prefirió prescindir de su colaboración “por andrógina, y porque no sirven las plumas de garduña”, y el siguiente 3 de septiembre, le reprochó las lagunas de sus “cátedras” calificadas de “cráteras”, refiriéndose a los cursos de literatura francesa que la escritora impartió en el Ateneo de Madrid. Por su parte, Leopoldo Alas, Clarín, a quien fue dedicada la sección “Batir de Alas”, también resultó ridiculizado de forma mordaz en Gedeón. En cambio, las mofas de la revista contra Galdós fueron benevolentes, por lo general. En la caricatura estudiada, el dibujante parece eximir de burlas al autor del drama; hasta podemos considerar que, por su formato próximo al del cartel, la imagen contribuye de cierta manera a la fama de Galdós y a la publicidad en torno a su última obra teatral. Seis años después, el 27 de febrero de 1910 –es decir casi en la fecha aniversario de la aparición del dibujo que acabo de comentar–, se publicó en Gedeón otra caricatura: un retrato cuya tonalidad rozaba con el homenaje al gran autor nacional. “Mañana se estrena Casandra en el Español y esto ‘da actualidad’ a la caricatura del gran maestro. Eso de la actualidad es cosa periodística, que, en rigor, no puede ir con D. Benito. Porque Pérez Galdós siempre está de actualidad”, reza el pie de imagen.

Gedeón, 27-II-1910, p. 6.
© Biblioteca Nacional de España

Este texto está inspirado en trabajos anteriores y más específicamente en el artículo siguiente:

FOURREL DE FRETTES, Cécile (2021). “El teatro-mundo del bufón Gedeón (1895-1912): la sátira política desde las letras y las artes”. En Marie-Angèle Orobon y Eva Lafuente (eds.), Hablar a los ojos. Caricatura y vida política en España (1830-1918), Prensas de la Universidad de Zaragoza, p. 259-275.


[1] Acerca de la presentación material de esta publicación, véase Fourrel de Frettes, Cécile (2018), “La primera etapa del semanario satírico Gedeón (1895-1898): señas de identidad del ‘periódico de menos circulación de España’”, Trayectorias satíricas, Carnets de l’ASCIGE, 1, p. 59-86 [<http://crec-paris3.fr>].

[2] Véase José Luis Rodríguez de la Flor (1993), Un siglo de poesía satírico-burlesca periodística: 1832-1932, Madrid, Ed. de la Torre, p. 28.

[3] En particular, dicha metodología fue presentada por Marie-Linda Ortega, Isabelle Mornat y la autora de este texto en una mesa redonda de las Jornadas de estudio de la SoFHIA, « Hispanismes : de la marge au croisement des disciplines » (3-5 de junio de 2021, Université Sorbonne Paris Nord).

[4] Véase Eva Lafuente y Cécile Fourrel de Frettes (2022), « Du théâtre au Congrès : le monde de la scène dans la caricature espagnole (1860-1914) », dossier « Caricature et théâtre », Ridiculosa, 29, p. 73-91 (p. 85).

[5] Esta obra dramática es una adaptación por el propio Galdós de la novela homónima publicada en 1897, con el subtítulo “Novela en cinco jornadas”.

[6] Véase la página biográfica dedicada al artista en el sitio web de la Biblioteca Nacional de España: <https://www.bne.es/es/autores/xaudaro-joaquin>.


Lire la version française

Scènes d’actualité dans Gedeón. Le drame galdosien du parti libéral, selon Joaquín Xaudaró

Gedéon (1895-1918), la politique et les arts

L’image de ce mois-ci est tirée de l’hebdomadaire satirique illustré Gedéon. Lancée le 14 novembre 1895 par trois collaborateurs de Blanco y Negro (1891-2000), la revue bénéficia rapidement d’une large diffusion, contredisant son propre slogan qui la présentait ironiquement, en couverture, comme « le journal au plus faible tirage d’Espagne ». Le succès immédiat de la publication fut confirmé par son étonnante longévité, puisque Gedeón subsista, avec quelques modifications, jusqu’en 1912. À cette date, elle devint le supplément du journal Eco et, après quelques mois, celui du quotidien ABC jusqu’en 1918[1].

Même si elle s’inscrivait dans la tradition de l’humour politique de la période du Sexennat démocratique (1868-1874), Gedeón reposait sur une conception plus littéraire et plus artistique de la satire que celle de ses prédécesseurs[2]. Ainsi, l’hebdomadaire traitait principalement de politique, mais développa une esthétique très perméable à la littérature, aux arts et aux arts du spectacle en particulier. La caricature publiée par Joaquín Xaudaró y Echau (1872-1933) le 26 février 1904 illustre la manière dont Gedeón aborda l’actualité politique en s’inspirant de celle de la scène madrilène.

Aussi la compréhension de cette image requiert-elle un ensemble de compétences permettant d’éclairer non seulement le contexte historique de l’époque et les divergences qui affectaient alors certains partis politiques, mais aussi la connaissance des événements qui jalonnèrent la vie culturelle espagnole de l’année 1904. En ce sens, la lecture de la caricature aujourd’hui exige du chercheur ou de la chercheuse un effort pour maîtriser plusieurs domaines : en d’autres termes, elle nous invite à développer une méthodologie transdisciplinaire[3] pour tenter d’embrasser toute la portée d’un humour visuel que les lecteur.rices de l’époque percevaient de manière beaucoup plus immédiate. L’image choisie illustre donc l’un des aspects de la réflexion développée au sein de l’ASCIGE : croiser les disciplines pour partir à la recherche de référents disparates, évidents pour le public contemporain des magazines étudiés.

Joaquín Xaudaró (1872-1933), caricaturiste, scénographe ou affichiste ?

Tout d’abord, la comparaison entre vie politique et théâtre, soulignée par le titre de la caricature – « Le Grand-Père. Représentation politique du drame de Pérez Galdós[4] », s’inscrit dans une longue tradition de la presse satirique. Le 16 octobre 1867, en couverture de la revue madrilène Gil Blas (1864-1872 et 1882), le personnage éponyme était dessiné tirant les ficelles d’un théâtre de marionnettes avec l’inscription : « Le monde est une comédie[5] », suggérant que la politique n’était qu’un jeu d’apparences. Depuis, les caricaturistes n’ont cessé de reprendre la métaphore du teatrum mundi pour dénoncer les dérives du Sexennat. Sous la Restauration, c’était déjà un procédé établi dans la presse satirique, même si l’on assiste à une diversification et à une actualisation des références, en fonction de l’offre culturelle de l’époque[6].

Ici, le thème de la pièce est l’actualité politique, mais l’humour réside dans la référence à une nouveauté notable de la programmation théâtrale : Joaquín Xaudaró s’est manifestement inspiré du drame El abuelo (1904)[7] de Benito Pérez Galdós, dont la première s’était tenue au Teatro Español de Madrid. Dessinateur de Gedeón et d’autres publications conservatrices qui firent ensuite partie du groupe Prensa Española dirigé par Torcuato Luca de Tena à partir de 1909, cet artiste d’origine philippine avait fait ses débuts d’illustrateur et de caricaturiste à Barcelone dans la dernière décennie du XIXe siècle. Il collabora d’abord à l’hebdomadaire satirique Barcelona Cómica (1889-1900), puis à la revue catholique La Hormiga de Oro (1884-1936), avant d’entamer une série de contributions, à partir de 1898, dans Blanco y Negro. Il travailla également pour Madrid Cómico (1880-1923) et pour La Saeta (créée à Barcelone en 1890), entre autres publications ; enfin, dans les deux dernières décennies de sa carrière, il se lança dans le film d’animation. Comme beaucoup d’autres artistes de son époque, il ne fut pas étranger au monde du théâtre et il créa notamment les décors de l’opéra Madame Butterfly, en 1907[8].

L’image qui fait l’objet de cette analyse illustre une certaine compréhension de la mise en scène. Ici, l’art du dessinateur condense très efficacement le schéma narratif de l’œuvre de Galdós ; cela permet à Xaudaró d’évoquer le problème de la succession à la tête du Parti libéral après la mort du Práxedes Mateo Sagasta. Eugenio Montero Ríos et Segismundo Moret se disputent alors la direction du parti. Le crayon de l’artiste a transformé ces deux politiciens, qui se regardent du coin de l’œil, affublés de robes et des nœuds dans les cheveux, en Dorotea et Leonor. Dans le drame galdosien, toutes deux sont les petites-filles du vieux comte d’Albrit, mais l’une d’entre elles est née d’une relation adultère. Tout au long de la pièce, le « grand-père » tente de découvrir laquelle de ses deux parentes est son héritière légitime : celle de son propre sang à laquelle il entend léguer sa fortune. 

Les biens de l’aristocrate sont visibles aux deuxième et dernier plans du dessin : de vastes terrains boisés que domine une opulente demeure sur la droite. Pour représenter le domaine familial de Don Rodrigo, convoité par ses petites-filles, l’artiste a opté pour une esthétique réaliste proche de l’art de l’illustration – sans la déformation propre à la caricature – mais la paix presque bucolique qui se dégage du paysage qui s’étend derrière le vieillard, assis à l’ombre d’un arbre, obéit à une intention ironique. En réalité, il s’agit d’une remise en question de la fausse harmonie qui régnait à l’époque au sein du parti libéral, secoué par des tensions internes suite au décès de son chef. Ce dernier s’avère être le grand-père Rodrigo, flanqué de ses deux disciples dont le travestissement et le dévouement intéressé visent à provoquer l’hilarité du public. Ainsi, le ridicule ne réside pas seulement dans la féminisation des corps, procédé éculé de la presse satirique, mais aussi dans l’attitude attentive des deux héritières, conçue comme proprement féminine, conformément à l’humour misogyne de l’époque.

De plus, les personnages adoptent une pause sérieuse, occupant l’espace de manière symétrique. Cette attitude figée et le titre de la caricature rapprochent l’œuvre de celle d’un affichiste ; ce possible dialogue esthétique ne doit pas nous surprendre, à une époque où les caricaturistes s’adonnaient souvent à ces deux pratiques artistiques. Dans l’image, Don Rodrigo est au centre de l’attention : d’abord par sa position centrale, ensuite en raison des regards de ses deux acolytes qui convergent vers lui, et enfin parce que son propre regard est dirigé vers le public. Il s’agit là d’un procédé bien connu de l’art de l’affiche, dont l’exemple le plus emblématique est la célèbre publicité américaine diffusée pendant la Première Guerre mondiale, où l’Oncle Sam interpelait le spectateur en le pointant du doigt : « I WANT YOU ». Ici, cependant, les yeux du vieil homme devenu aveugle n’expriment pas la détermination, mais plutôt le doute, voire la perplexité, ce qui renforce le comique de la scène. La légende confirme cette interprétation : « Lequel des deux sera l’héritier légitime ? Je crois que je vais mourir avant de le découvrir ».

Caricature politique ou hommage à Galdós ?

Quoique la cible de la satire fût les hommes politiques dans Gedeón, la revue s’en prenait également aux écrivain.es au fil des pages. Ainsi, l’utilisation du pseudonyme Azorín valut à José Martínez Ruiz une caricature de Fernando Fresno (1881-1949) évoquant un dédoublement de personnalité (10-I-1909, p. 6). Quant à Emilia Pardo Bazán, elle n’échappa pas à de récurrentes plaisanteries misogynes : le 27 août 1896, Gedeón préféra se passer de sa collaboration « en raison de son androgynie, et parce qu’il n’y a rien à tirer des plumes de fouine »[9] ; le 3 septembre suivant, on lui reprocha les lacunes – de véritables « cratères », selon Gedeón –  des cours de littérature française que l’écrivaine donnait alors à l’Athénée de Madrid. De son côté, Leopoldo Alas Clarín, à qui est consacrée la rubrique « Batir de Alas » (« Battements d’ailes », littéralement), est également ridiculisé de manière cinglante. En revanche, les moqueries de la revue à l’égard de Galdós sont généralement bienveillantes. Dans la caricature étudiée, le dessinateur semble épargner l’auteur du drame ; on peut même considérer que, par son format d’affiche, l’image contribue d’une certaine manière à la renommée de Galdós et à la publicité de sa dernière pièce. Six ans plus tard, le 27 février 1910, c’est-à-dire presque à la date anniversaire de la parution du dessin que je viens de commenter, une autre caricature est publiée dans Gedeón : un portrait dont la tonalité frôle l’hommage au grand auteur national. « Voilà une caricature d’actualité car, demain, c’est la première de Casandra au Teatro Español. Être d’actualité, c’est l’affaire des journalistes, pas de Benito, car Pérez Galdós, en réalité, est toujours d’actualité[10] », peut-on lire dans la légende.

Gedeón, 27-II-1910, p. 6.

© Hemeroteca digital de la Biblioteca Nacional de España

Ce texte est inspiré de travaux antérieurs et notamment de l’article suivant :

FOURREL DE FRETTES, Cécile (2021). “El teatro-mundo del bufón Gedeón (1895-1912): la sátira política desde las letras y las artes”. Dans Marie-Angèle Orobon et Eva Lafuente (eds.), Hablar a los ojos. Caricatura y vida política en España (1830-1918) (p. 259-275). Prensas de la Universidad de Zaragoza.


[1] Au sujet de la présentation matérielle de cette publication, voir Fourrel de Frettes, “La primera etapa del semanario satírico Gedeón (1895-1898): señas de identidad del ‘periódico de menos circulación de España’”, Trayectorias satíricas, Carnets de l’ASCIGE, Publications en ligne du CREC, n.° 1, p. 59-86, 2018, <http://crec-paris3.fr> (p. 60-66).

[2] Voir José Luis Rodríguez de la Flor, Un siglo de poesía satírico-burlesca periodística: 1832-1932, Madrid, Ed. de la Torre, 1993, p. 28.

[3] Cette méthodologie fut notamment présentée par Marie-Linda Ortega, Isabelle Mornat et l’autrice de ce texte, lors d’une table ronde qui s’est tenue durant les Journées d’étude de la SoFHIA, « Hispanismes : de la marge au croisement des disciplines » (3-5 juin 2021, Université Sorbonne Paris Nord).

[4] Je traduis.

[5] Je traduis.

[6] Voir Eva Lafuente et Cécile Fourrel de Frettes, « Du théâtre au Congrès : le monde de la scène dans la caricature espagnole (1860-1914) », dossier « Caricature et théâtre », Ridiculosa, n.° 29, p. 73-91, 2022 (p. 85).

[7] Cette œuvre dramatique est une adaptation par Galdós lui-même du roman homonyme, publié en 1897, El abuelo (Le Grand-Père), avec le sous-titre « Novela en cinco jornadas » (Roman en cinq journées).

[8] Voir la page biographique consacrée à cet artiste sur le site web de la Biblioteca Nacional de España : <https://www.bne.es/es/autores/xaudaro-joaquin>.

[9] Je traduis.

[10] Je traduis.


OpenEdition vous propose de citer ce billet de la manière suivante :
cecilefourrel (4 mai 2024). Escenas de actualidad en Gedeón. El drama galdosiano del partido liberal, según Joaquín Xaudaró. Atelier sur le satirique, la caricature et l’illustration graphique en Espagne. Consulté le 22 mai 2025 à l’adresse https://doi.org/10.58079/11q10


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